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Con la llegada del otoño, siempre me gusta aprovechar esos últimos rayos de luz y los colores vivos que la naturaleza nos regala. Hace poco organicé una merienda al aire libre con mi querida Lupe Herrera, que me regaló esta decoración de mesa, donde refleja esa calidez y encanto que tanto nos gusta de esta estación. Hoy quiero compartirla contigo, junto con unas ideas de decoración de mesa para el otoño. Espero que te inspire y te animes a decorar la tuya, llenando de magia cualquier rincón de su hogar. Recuerda que cada día tenemos la oportunidad de disfrutar de pequeños placeres, y una mesa bien decorada puede cambiar, incluso, la jornada más corriente.
Una vez más, Lupe decidió montar la mesa en un entorno natural, dejando que el paisaje de fondo fuera parte de la decoración otoñal. Los tonos terrosos y rojizos del terreno se combinan con contundencia de los colores de la mesa, logrando una armonía que solo el otoño puede ofrecer. Como puedes ver, no se necesita mucho más para crear un ambiente acogedor; la naturaleza ya está haciendo su trabajo. El objetivo era simple: realzar lo que ya estaba presente.
En la mesa, optó por usar una combinación de colores intensos y variados propios del otoño: morados oscuros, verdes profundos, y toques de marrón, basándose también en el dulce a degustar, una tarta elaborada con frutas de temporada y decorada con higos y moras. Esta paleta añadió un contraste delicioso que se veía tan bien como sabía. Para degustarla nada mejor que mi vajilla artesanal Palma, que destaca por sus detalles en colores llamativos. Una forma excelente de añadir color sin sobrecargar el conjunto. Su estampado en tonos vibrantes, sin duda, añade alegría a la escena.
Si hay algo en lo coincidimos Lupe y yo, es en prestar atención a los detalles. Para esta merienda, nos decidimos por unas servilletas de algodón en tonos morados, ya que se integran a la perfección con el paisaje y aportaban un toque delicado. Junto a los textiles del hogar, los vasos de cristal formaban también parte de la decoración. Su acabado transparente resaltaba el resto de las piezas, reflejando la luz de la caída de la tarde.
Si el tiempo no acompaña, puedes llevar la naturaleza al interior de tu hogar, incluyendo su aspecto más orgánico:
• Elige una paleta de colores que se complemente con el entorno y la estación: morados, verdes, marrones y tonos naturales como el beige o el blanco siempre son un acierto.
• Añade elementos naturales: frutas de temporada como higos, moras y uvas no solo son deliciosas, sino que también sirven como decoración. También puedes incluir algunas hojas verdes o ramas secas para darle un estilo rústico.
• Usa materiales nobles: madera, cerámica, lino… porque añaden texturas y calidez. Por ejemplo, puedes combinar los textiles de algodón con manteles individuales de fibras vegetales.
• Selecciona una vajilla que resalte: una con detalles de colores, como la que usamos, o con formas únicas puede convertirse en el punto focal de la mesa.
• No te olvides de incluir tu toque personal: como el jarrón de cristal a juego con la mantelería o la tabla de madera antigua para emplatar tarta. Pueden ser objetos de menaje sencillos, pero marcan la diferencia.
Sin duda, el otoño es la estación perfecta para apreciar los pequeños placeres: una merienda al aire libre, una charla con amigas, o simplemente el placer de estar rodeada de la belleza que acompaña a la estación. Decorar la mesa no solo embellece tu espacio, sino que también te invita a disfrutar más de tu hogar.
No hace falta una ocasión especial para crear algo bonito; a veces, un simple día de otoño es motivo suficiente de celebración, ¿no crees?