El mar es mi casa. Es el lugar al que siempre quiero y sé que puedo volver. Por eso tengo muy claro dónde será mi próxima escapada para Semana Santa. Como puedes imaginarte, se trata de un destino costero. Viajar a la playa con amigas siempre me ha parecido un planazo, será porque me recuerda a los veranos de mi juventud, cuando sólo con llegar al destino ya desconectaba de todo. Bajo esa premisa, he encontrado un alojamiento para Semana Santa muy especial porque, en palabras de su dueña Carla Lloveras, “es un hotel al que siempre he querido ir. No parece un hotel: es como si fuera mi casa, en la que yo recibo a mis huéspedes como si invitara a mis amigos o familia”.

Este hotel boutique se llama La Bionda y puedo asegurarte que te conquistará solo con entrar por la puerta con su ambiente cálido y su elegancia delicada. El edificio del siglo XVII fue restaurado con mucho gusto respetando su pasado, destacan especialmente en él las bóvedas de piedra, el uso del ladrillo visto y los cerámicos de sus suelos. Se nota que Carla es una amante de la decoración. Su idea era montar un pequeño hotel, donde no solo se va dormir. “Una casa decorada a mi gusto, como si yo fuera a vivir en ella, con todas las comodidades que se esperan de un hotel, pero sin pinta de hotel”. Y este lugar lo encontró en la Costa Brava, concretamente en Begur, su pueblo de veraneo.

La reforma, realizada por Quintana Partners Studio, respeta la esencia de la casa original y apuesta por la sostenibilidad. Algo muy importante ya que entre los valores del proyecto está el desarrollo local y el respeto por el entorno. En esta típica catalana destaca su salón desde donde se accede al invernadero-comedor, que, a su vez, desembica en un patio al aire libre. En él se sirve el desayuno en cerámicas hechas y pintadas a mano por el tío de Carla. Allí te recomiendo también tomar una copa de vino, viendo el atardecer o hasta recibir un masaje.

Si me centro en la decoración, la casa está repleta de detalles únicos, donde se mezclan piezas vintage y muebles modernos. El concepto de su interiorismo, desarrollado también por el mismo estudio, está inspirado en las casas de huéspedes francesas de las décadas de 1920 y 1930. Cada habitación es diferente porque cada una está dedicada a una mujer destacada de principios del XX cuya personalidad se ha querido reflejar en cada estancia, como Charlotte Cooper, tenista inglesa, la primera fémina en ganar unos Juegos Olímpicos, o la bailaora Carmen Amaya, devota de Begur. Las habitaciones se distribuyen por las diferentes plantas del hotel. En la última también encontrarás un rooftop y un jacuzzi privado.

Sin duda, La Bionda es más que un hotel, un lugar amable y familiar que, desde luego, te invito a conocer en tus próximas vacaciones.

Inspírate en su look

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