La reforma, realizada por Quintana Partners Studio, respeta la esencia de la casa original y apuesta por la sostenibilidad. Algo muy importante ya que entre los valores del proyecto está el desarrollo local y el respeto por el entorno. En esta típica catalana destaca su salón desde donde se accede al invernadero-comedor, que, a su vez, desembica en un patio al aire libre. En él se sirve el desayuno en cerámicas hechas y pintadas a mano por el tío de Carla. Allí te recomiendo también tomar una copa de vino, viendo el atardecer o hasta recibir un masaje.
Si me centro en la decoración, la casa está repleta de detalles únicos, donde se mezclan piezas vintage y muebles modernos. El concepto de su interiorismo, desarrollado también por el mismo estudio, está inspirado en las casas de huéspedes francesas de las décadas de 1920 y 1930. Cada habitación es diferente porque cada una está dedicada a una mujer destacada de principios del XX cuya personalidad se ha querido reflejar en cada estancia, como Charlotte Cooper, tenista inglesa, la primera fémina en ganar unos Juegos Olímpicos, o la bailaora Carmen Amaya, devota de Begur. Las habitaciones se distribuyen por las diferentes plantas del hotel. En la última también encontrarás un rooftop y un jacuzzi privado.
Sin duda, La Bionda es más que un hotel, un lugar amable y familiar que, desde luego, te invito a conocer en tus próximas vacaciones.