Empieza bien el día, taza en mano con Ofelia

El café sabe distinto cuando el mundo se detiene por un instante, cuando el murmullo del mar se cuela entre nuestros pensamientos y el sol acaricia la piel con esa calidez que solo tiene el verano. Así imagino mis mañanas. Así me gusta empezar el día. 

Me fascina este set: cuatro tazas, cuatro colores. Todas distintas, pero unidas por ese encanto de las piezas hechas a mano. La rosa destila dulzura, la verde limón rebosa alegría, la esmeralda es un suspiro de frescura. Y la azul… la azul es puro horizonte. 

En casa las uso a diario, ya sea en el desayuno, la sobremesa o la merienda. Y siguen tan bonitas como el primer día. Me encanta verlas juntas, saber que puedo contar con ellas sin preocuparme de nada. Van al lavavajillas y no pierden ni su brillo ni su encanto. Y eso, en el día a día, se agradece mucho. 

Las tazas Ruskin son así: manejables, prácticas, elegantes y resistentes. Y como vienen en un set de cuatro, siempre hay una lista para un café más. Me gusta que cada una tenga su color. No siempre elijo la misma. A veces, sin pensarlo, mi mano va directa hacia una, como si fuera mi estado de ánimo quien eligiera por mí. 

Tienen el tamaño ideal. Las uso tanto para ese primer espresso del día como para un macchiato cuando necesito una pausa. Y cuando alguien en casa pide un cortado, cumplen su misión con gracia: no sobra, no falta, simplemente encajan. 

No sé cómo lo logran, pero estas tazas de café hacen que el día sea más bonito. Tal vez por eso me emociona cuando alguien las ve por primera vez y sonríe. Recuerdo que, en una ocasión, una amiga se quedó prendada de la azul; no dejaba de mirarla. Unos meses después, sin que se lo esperara, le regalé un set completo por su cumpleaños.  

Hace poco, me llamó emocionada. Me contó que, no pudo resistirse y se compró también la ensaladera. Lo cierto es que se trata de una colección tan bonita que no me extraña que se haya agotado en la web. Sin embargo, aún puedes hacerte con algunas de sus piezas en mis tiendas físicas de Madrid, Castellón y Benicàssim.