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La decoración es una pasión que me acompaña todo el tiempo, por eso, cuando creé mi marca, pensé en dedicar un espacio exclusivo a los distintos lugares que visito y que estimulan mi imaginación. Viajes, ocio y mucho diseño… Ofelia place es una invitación a descubrir nuevos horizontes a través de los mejores interiorismos de hoteles y restaurantes.
El siguiente destino tiene todo lo que se puede desear de unas buenas vacaciones y, para ser sincera, me moría de ganas de compartirlo con todos vosotros. Hoy te llevo al Hotel César Lanzarote. Un lugar de pura esencia canaria, donde las texturas y los colores te sorprenden a cada paso. ¡Prepárate! Te vas a enamorar…
Situado en un enclave mágico, al pie de los volcanes y con el mar mediterráneo de fondo; el diseño de este alojamiento facilita el descanso y acentúa enormemente la inmersión cultural y tradicional. Permanecer ahí es conectar con la naturaleza misma de la isla y sentirse totalmente aislado de cualquier bullicio urbano.
El hotel, del grupo Numa, se ha diseñado en torno al concepto “lujo silencioso”, y la sensación de paz que desprende es realmente increíble. 20 habitaciones, un restaurante, una piscina, zonas comunes, jardines mediterráneos… Todos los espacios tienen una decoración muy “slow” que aprecio muchísimo. Vamos, que me sentí en seguida como en casa y ya puedo decirte que he vuelto llena de inspiración para mis futuros diseños.
Verde, como la naturaleza y blanco, como la pureza de una isla idílica. Los dos colores predominan en cada rincón del establecimiento creando preciosos contrastes con los muebles artesanales y los materiales sostenibles. Aquí, los textiles, las fibras y las formas se unen para fomentar el bienestar.
La decoración de las habitaciones prima lo esencial y favorece las noches tranquilas y los despertares sin prisas. Sencillas, minimalistas y naturales; como a mí me gustan. Por otra parte, el restaurante es una auténtica experiencia para todos los sentidos. Ahí, probé los mejores platos canarios elaborados con productos de kilómetro cero. El diseño no puede ser más bonito: paredes blancas, arcos de piedra y muchísima vegetación. Personalmente, me han encantado las sillas de ratán y bambú en tonos verdes y las alfombras de algas marinas que visten el suelo.
En cuanto a los exteriores, no sería exagerar decir que rozan el paraíso. No sabes cuánto disfruté de las terrazas privadas con sus tumbonas y sombrillas de madera. Pasaba horas y horas leyendo o, simplemente, contemplando las espectaculares vistas sobre la isla. ¿Mi momento favorito? Los atardeceres que, ya de por sí son especialmente bonitos en Lanzarote, crean aquí preciosos reflejos de luz sobre la piscina, los jardines y la fachada de la finca.
Equilibrio, armonía, sosiego… Me faltan palabras para definir una estancia en el Hotel César Lanzarote. Como interiorista, ha sido un placer descubrir un lugar diseñado con tantísimo mimo y atención al detalle. En todo momento, el interiorismo arropa a sus huéspedes. Para mí, es un claro ejemplo de que la decoración, allá donde estemos, nos reporta multitud de beneficios.
Este Ofelia place te abrirá la mente y estimulará tu imaginación.