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¿Os he contado alguna vez cómo he logrado convertir mi hogar en un auténtico refugio? Todo parte de un movimiento… Cuando descubrí el cocooning pensé, éste es el ambiente que quiero para mi casa. Y desde entonces, os puedo asegurar que no hay ningún lugar en el mundo donde me sienta más a gusto.
Aprovechar los momentos de desconexión o fomentar el descanso son sólo algunas de las grandes líneas de esta tendencia social tan beneficiosa. Y ¿cómo conseguirlo? En mi caso, la decoración ha sido el mayor incentivo. De hecho, no hay estancia que no tenga estos toques cálidos y naturales, tan propios de este estilo o de la filosofía slow de la que ya os he hablado algunas veces.
Muebles de maderas y fibras, textiles suaves y vaporosos, accesorios artesanales y sostenibles… Todos ellos contribuyen a recrear una atmósfera personal y entrañable. Pero, si se trata de bienestar, tengo claro cuál sería la pieza estrella: el cojín de suelo es, en mi casa, el auténtico as del confort.
Desde el salón hasta las habitaciones… No tengo ningún reparo en ponerlo en cualquiera de las estancias. Y cada vez que me acomodo ahí, me siento profundamente distendida e inspirada por todas las sensaciones que libera. Meditación, lectura, película… Los cojines de suelo tienen algo especial que favorece sumamente los momentos relax creando un equilibrio de lo más agradable.
¡Menudo impacto visual! La verdad es que ayudan mucho a estructurar y organizar cada espacio. Equilibrio, pero también mucha armonía y personalidad... Los cojines para suelo de la colección Bora no pueden ser más atractivos. Elaborados a mano y en algodón 100%, rompen la monotonía y realzan inmediatamente la decoración. Me encantan sus diferentes tonos, un tanto bohemio chic y su diseño, tan sencillo y humilde. Desde luego, hacen que uno se sienta realmente bien aquí, en la intimidad del hogar.
Este verano, hasta los puse fuera, en mi terraza. Y no sabes las horas de tranquilidad que he pasado ahí. Al pie de una sombrilla, se convirtió en uno de mis rincones favoritos para dejar llevar mi mente hasta paisajes exóticos y paradisíacos. Vamos, que pienso aprovecharlo hasta que el buen tiempo me lo permita. Y como son cojines tan versátiles, este año también los usaré en mi espacio de trabajo. Ya ves, ya lo tengo todo pensado para la vuelta. Y seguro que, con ellos, trabajar en casa me resultará mucho más ameno y plácido.
