Una vez terminada esta tarea, viene mi parte favorita, amueblar. Los muebles de exterior son claves para hacer de tu terraza un espacio cómodo y funcional. Para ello es imprescindible que pienses, no solo en el espacio disponible, sino también en qué uso le quieres dar. No es lo mismo decorar un pequeño balcón, donde disfrutar un té con un libro al aire libre, o tener un espacio de tertulia con amigos o apostarlo todo a una terraza chill out. Es importante que el mobiliario de jardín se adapte a los metros disponibles, de modo que haga la zona más agradable sin sobrecargarla. En mi caso, mi espacio me permite crear un salón exterior, donde disfrutar de una sobremesa, una cena de picoteo y, sobre todo, una buena conversación. Un conjunto de ratán con sofá, sillones y mesa es mi mejor aliado para conseguirlo. También he seleccionado algunos muebles auxiliares que permiten que el espacio sea más versátil. Si optas por muebles para la terraza de materiales ligeros, como las fibras vegetales, será más fácil conseguirlo. Además, aportan un toque natural y contribuyen a mantener la circulación del aire.
Para hacer de tu terraza una de las zonas más acogedoras de tu casa, no te olvides de tres elementos: los textiles, las plantas y la iluminación. Los textiles tienen la capacidad de incrementar la calidez y crear sensación de hogar sólo con su presencia. Los cojines aportan color y confort. Una manta es fundamental, si decides disfrutar de tu terraza a primera hora de la mañana o a la caída de la tarde. Las alfombras dan una segunda oportunidad a esos pavimentos que están algo deteriorados y también permiten extender la zona de disfrute si, además, le añades unos cojines de suelo.