Echarse en una tumbona de ratán ergonómica con sillón reclinado y reposapiés. ¡Ni estrés, ni preocupaciones! En seguida te sientes proyectada en un paisaje exótico donde la vida transcurre muy, pero que muy apacible. Exótica, y también muy hogareña. Es un poco como traer un trocito de paraíso al propio jardín de mi casa. Además, su silueta curvada en fibras resulta de lo más agradable y totalmente en armonía con el ambiente natural y verde del exterior.
Estar ociosa durante un tiempo me va a sentar muy bien. Pero, me conozco, y seguro que no podré resistirme a leer alguna novela o echar un vistazo a las últimas revistas de moda. Eso forma parte de mí y, lejos de cansarme, me procura mucho bienestar. La mesita auxiliar será perfecta para tener cerca todo aquello que descuido durante el resto del año. Ya tengo un libro en mente, y este ¡lo pienso acabar! Y que no falten tampoco mis piezas de menaje favoritas para refrescarme. En esta mesa de ratán, con su tablero en forma de bandeja tan funcional, cabe todo lo que necesito para volver a encontrarme con estos placeres olvidados.
Y hablando de cosas sencillas, el simple hecho de sentir el césped bajo mis pies me entusiasma también. La verdad es que, con los años, me he vuelto mucho más detallista. El taburete plegable Faro será el elemento más fresco de todo mi jardín. Pequeño, desenfadado, muy práctico… ¡Qué monada! Elaborado en bambú, completará a la perfección este precioso espacio que he diseñado para mi relax en el jardín.