La receta estrella no podía ser otra: una mona de Pascua, que Lupe la presenta sobre una de nuestras tablas de madera y se convierte, como por arte de magia, en el corazón de esta decoración mesa al aire libre.
Solo necesitas sumar la compañía adecuada. Y tiempo. Mucho tiempo para estar, conversar y dejar que la sobremesa se alargue sin mirar el reloj.
No hace falta irse muy lejos ni complicarse demasiado para celebrar la Pascua con encanto. A veces, basta con sacar la mesa al jardín, al campo o al balcón, vestirla con mimo y dejar que la naturaleza haga el resto.
Esta propuesta es un pequeño homenaje a todo eso: a lo sencillo, a lo bonito, a los planes improvisados que acaban convirtiéndose en recuerdos. Y también una invitación: a parar, a decorar sin prisas, a poner la mesa como si cada comida fuera una fiesta… porque en el fondo, lo es.
Así que si estos días tienes vacaciones, dedícate un momento, renueva esos rincones exteriores que esperan volver a cobrar vida y haz de cada comida una excusa para reconectar con lo que importa. Hazlo con mimo y con muchas ganas de compartir.