Todos los diseñadores coinciden en que la iluminación es esencial en la decoración del hogar. Y con razón porque no hay nada mejor que la luz para crear sensaciones y puntuar el ambiente de una estancia. Las lámparas, según su ubicación, su potencia y su propio diseño, nos ayudan a crear una impresión amena y acogedora. Y, en mi caso, también me ayudan a hacer que algo realmente mágico ocurra en casa.

La luz tiene el poder de dibujar un universo que refleje tu personalidad y tus emociones. Con una buena selección de lámparas, es muy fácil reproducir un intenso juego visual y crear efectos que te hacen sentir bien. Porque, ante todo, la luz es belleza, seguridad, confort y bienestar.

Las colecciones en iluminación de Ofelia se basan justamente en eso; en hacer que encuentres el modelo de lámpara que más se ajuste a tu manera de ser y de vivir. Lámparas de mesa, de techo, de pie… Ya sabes, todas son funcionales y decorativas, pero no cabe duda de que alguna en concreto despertará en ti un sentimiento muy especial.

¡Un auténtico flechazo! Así me sentí personalmente cuando descubrí el precioso diseño de la lámpara de mesa Pomme. Al verla por primera vez pensé, la quiero para mi salón. Buscaba algo poco convencional sin caer tampoco en lo superficial. Esta lámpara piña metálica con acabados dorados cumplió todas mis expectativas: singular y exótica, elegante y sutil.

Otro de mis fantásticos descubrimientos fue la lámpara de pie Tamora. No te lo vas a creer, pero este diseño es el colmo de la versatilidad. Con su mesita auxiliar incorporada, es la reina de la comodidad en casa. Anda que no paso horas leyendo bajo su luz. Además, luce una original pantalla en fibras naturales con una estructura de metal. El mejor toque retro para optimizar el espacio y realzar la decoración al mismo tiempo.

Lo bueno de la iluminación es que resulta muy fácil jugar con los estilos y hacer que varios materiales convivan en la misma estancia. Las lámparas de techo elaboradas en algas marinas son la mejor opción para dejar entrar la naturaleza. De grandes dimensiones y con un potente atractivo visual, el modelo Nora es pura esencia mediterránea y me viene de perlas para relajar el ambiente del salón.

No te puedes imaginar todos los rincones acogedores que podemos conseguir jugando con las formas y las texturas. Entradas, pasillos, esquinas… Cualquier espacio puede renacer con una lámpara decorativa. A simple vista, los modelos Asha y Hekla parecen obras de arte.

Cilíndricas y con una mezcla de metal, cuerda y terciopelo; son las lámparas más chic de toda la colección. Colocadas encima de un mueble recibidor o una consola, decoran por sí solas y alumbran con una fuerza sutil y muy íntima.

Soy una de esas personas a las que siempre les gusta tener una luz encendida en la habitación por la noche antes de dormir. Es como si me hiciera compañía y me tranquiliza muchísimo saber que está ahí, justo al lado de la cama, iluminando sutilmente la estancia. Es justamente lo que ocurre con la lámpara de noche Nakoa, mi mejor aliada cuando empieza a oscurecer. Base cobriza, pantalla de fibras, diseño discreto… ¡Mírala! Es pura belleza. Una luz mágica, de esas que saben adornar y apaciguar a la vez.

Las lámparas de Ofelia Home & Decor son hechiceras. Y de eso se trata: de encontrar ese punto de magia tan necesario a través de la iluminación, y hacer que la decoración del hogar sea un poco onírica.

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