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Siempre espero el mes de marzo con ganas. Se acerca la nueva estación, una de mis preferidas por su luz, su esplendor, su calidez... y porque desde siempre la he asociado a un sentimiento de renacimiento y de ilusión. Me gusta pensar que su energía me cobija y muchas veces me da fuerzas para continuar. ¡Bye bye invierno! ¡Hello, primavera!
Cada año, me dejo llevar por su magia, me hace más entusiasta, más amable, incluso más feliz. Sí, sí, como lees, me desata una nueva sensibilidad, necesito que su claridad entre en mi hogar, que cada rincón reciba sus innumerables beneficios. Siempre elijo este momento para sustituir algunos almohadones, prescindir de la manta en el sofá, retirar las alfombras más pesadas, llenar los jarrones de flores frescas y vestir las camas con textiles más livianos. Cuando me quiero dar cuenta, la primavera ya está ahí.
En esta ocasión, vengo con una nueva inspiración. Un paisaje cotidiano y muy íntimo, inspirado en esos primeros rayos de luz de primavera que lucen con tanta fuerza que, sin aviso, entran por las rendijas de la ventana y se proyectan en los pliegues de las sábanas. Se escucha el día, pero sigues en la cama… Ha sido un maravilloso viaje creativo, expresado en una colección de ropa de cama que sé que ¡te encantará! Y, además, será tu aliada perfecta para transformar el dormitorio del día a la noche fácilmente.
Rectas, cuadros, tonos empolvados, puntadas delicadas… Dejamos de lado el protagonismo y se lo entregamos todo a esa delicadeza del trabajo hecho con las manos, ese que da lugar a piezas llenas de cariño, todas diferentes, cada una con su sello personal. La gracia de los textiles amables, que siguen el movimiento del cuerpo y a la vez, crean interiores sofisticados y llenos de matices. Fiel a mis ideales; sin género, confeccionada con fibras que velan por nuestra salud y la de nuestro mundo.
Con el cambio de estación, sobre todo con el fin del invierno, tu casa pide un cambio. Es momento de cuidarnos, de fortalecernos, de priorizarnos… y un dormitorio bien vestido marca la diferencia.

Particularmente, me encanta todo aquello que pueda embellecer mi dormitorio. Si además me hace sentir sofisticada, lo necesito inmediatamente. Desde mi punto de vista, este espacio de la casa debe de ser el más personal y contar con una atmósfera agradable y relajada durante la noche; pero ha de ser planificado y decorado para disfrutarlo también durante el día.
Una mesilla y sobre ella una lámpara. Un taburete de madera natural y un gran ramo de flores. Un cabecero con uno de esos diseños sencillos que siempre queda bien. Y, algunos cojines que, lisos o a cuadros, dulcifican el resultado. La lista de un dormitorio con encanto y estilo no estaría completa sin ellos.


Suave, cómoda, relajada, glamurosa… Ottawa es una línea de colchas, cabeceros, cojines decorativos y cojines de suelo para dotar el dormitorio con un ambiente moderno y natural, pero a la vez lleno de paz.
Soy consciente de que dormir bien es esencial para asegurarnos una buena salud y he querido que puedas arropar tu cama con textiles gustosos. Para las colchas de verano, he seleccionado una fibra de algodón puro que se distingue por su peso, su empaque y su frescura. Además, aporta una gran transpirabilidad y por tanto una sensación de mayor confort y calidez a los momentos de descanso. Su aspecto algo arrugado y rústico es característico del tratamiento de lavado, un proceso que le proporciona una extraordinaria suavidad.
Hay mucho que amar de esta selección de textiles para decorar el dormitorio. Yo, por mi parte, adoro ese punto de confort y familiaridad que aportan sus cuatro tonos relajantes. Me encantan porque son luminosos, atemporales y encajan en todas las casas, tengan el estilo decorativo que tengan. Es más, en habitaciones pequeñas y oscuras, aportan claridad y dan sensación de amplitud. Sin duda, muchas posibilidades para que logres una estancia acorde a tu estilo particular y a tu gusto, ya que es imposible tener un solo favorito, porque cada pieza es ¡maravillosa!

