En septiembre, aparecen los clásicos síntomas de la vuelta a la rutina. Son pasajeros, pero hay que saber afrontarlos con el mayor optimismo posible. Para mí, es todo un reto; pero te puedo asegurar que me resulta hasta ilusionante reencontrarme con ciertos hábitos y volver a disfrutar en casa. De hecho, me he propuesto establecer varios rituales que me ayudan a mantenerme fuerte y alegre todos los días. Pueden parecer fútiles, pero estos momentos son absolutamente necesarios para abordar esta época de cambios con energía y entusiasmo.

Para lograr este objetivo, he tomado en cuenta todos los elementos de organización y decoración de la casa. Convencida de que cada estancia puede aportar su particular dosis de confort, he conseguido crear un clima acogedor en cada rincón. Y, lo tengo clarísimo, este resultado sólo ha sido posible gracias a los mejores textiles para el hogar. Versátiles, agradables, delicados… Ellos acompañan, arropan y aportan la mayor calidez que se pueda tener. Definitivamente, son una auténtica invitación al bienestar. Y eso, es justo lo que todos necesitamos en esta etapa de transición.

Volver a trabajar también supone volver a sentir el placer de regresar a casa tras un largo día. En mi caso, lo primero y más importante es dejar atrás cualquier tipo de tensión. Nada más entrar, el salón me acoge con los brazos abiertos. Un sofá mullido, un sillón de lectura, cojines a placer, una suave manta y la mejor alfombra de algodón para envolver todo el conjunto. No hay nada mejor para un rito de desconexión diario tan valioso. Los tonos amarillos, ocres y rosas traen un gran sosiego; las texturas ligeras, la mejor sensación de intimidad. En el salón, los textiles nos dan la mejor bienvenida y, con su simple presencia, influyen profundamente en el ambiente.

La cocina también es un lugar que me hacer sentir especialmente bien. Entre semana, desayuno y ceno sin prisas. Me pongo el delantal y me preparo a consciencia todo tipo de platos. Me siento alrededor de la mesa y disfruto más si cabe de este momento reponedor. Un mantel individual de color, servilletas de algodón y cojines de silla para el máximo confort. Tanto para comer a diario como para recibir invitados los fines de semana, aquí también los textiles desempeñan un papel práctico y de lo más encantador.

Cuidarse es esencial para afrontar el cambio estacional. Y está comprobado que la decoración tiene muchos beneficios en este sentido. Ya te lo dije, sea por sus colores, sus texturas o diseños, los textiles de casa tienen algo especial que invita al bienestar. Y si hay una estancia donde toman todo el protagonismo, esa es claramente la habitación. Lo confieso, es mi preferida y por eso, me empeño en que sea un verdadero refugio. Cada mañana, pongo el reloj media horita antes de lo que toca y me desperezo con tranquilidad bajo una colcha edredón ideal para entretiempo. Ligera, de colores empolvados y de diseño sencillo…   Estoy ahí rato, rodeada de cojines, y eso me ayuda a empezar el día con buen pie. La cama se ha convertido en un segundo hogar y, al llegar el momento de dormir, aprecio aún más toda la suavidad que me aporta la ropa de cama que he elegido.

Muy cálidos, muy generosos y perfectos para dar un carácter otoñal a tus estancias. En Ofelia Home & Decor, los textiles del hogar son mucho más que el toque final. Son complementos que decoran a lo grande y que velan por ti, con mucho esmero y sutileza.

Producto añadido a tu lista de favoritos