Un viaje a París nunca defrauda, su luz, un paseo por el Sena, su oferta cultural, edificios que te atrapan,… siempre digo que esta ciudad es el mayor museo al aire libre. Hoy haremos solo una parada (que da muuuucho de sí). Te llevaré hasta el barrio de Pigalle, exactamente 20bis, Rue de Douai (distrito IX). Sabrás cuando hemos llegado. El edificio rosa de aspecto industrial recubierto de hiedra que alberga el restaurante que te enseño hoy no pasa desapercibido. Verás como su reconocible fachada hace honor a su nombre.

© Big Mamma

Pink Mamma es el miembro más joven de una gran familia, el grupo Big Mamma, que reúne un gran número de restaurantes distribuidos no solo en París, donde ya cuenta con seis, sino también en Lille y Londres. Esta última apertura está abalada por la trayectoria de sus propietarios Victor Lugger & Tigrane Seydoux.

Foto de Gilles Pudlowski

El establecimiento de 720 metros cuadrados está dividido en cuatro pisos y ha sido diseñado por Martin Brudnizki de Design Studio. Cada nivel tiene su propio espíritu y estilo decorativo, con una atmosfera de toques vintage e industrial y una cuidada decoración, donde la naturaleza es un elemento más del espacio gracias a sus plantas trepadoras. Te recomiendo que visites cada una de las plantas y te deleites con sus ambientes diferentes. La experiencia merece la pena. Si llegas a la última y hay sito, no te lo pienses y ¡pide mesa! Es la zona más solicitada.

Foto de Xandrine

No es de extrañar porque una de las características más destacadas de este lugar es su claraboya que ilumina con luz natural un pequeño invernadero que recrea un jardín botánico y regala unas impresionantes vistas. La subida ya es todo un paseo en el tiempo.  Las escaleras están llenas de cuadros, pinturas, portadas de revistas, posters, y todo tipo de antigüedades procedentes de mercadillos de la ciudad.

Foto de Kelly Prince Wright

Foto Kelly Prince Wright

Foto de This is place I was telling you about

Foto de Big Mamma

Foto de Kelly Prince Wright

Foto de Big Mamma

A pesar de su diversidad, esta trattoria combina a la perfección con una paleta de colores azules y verdes, estampados y tapices. También merece una mención especial los azulejos y detalles y tuberías metalizadas de las barras, que va desde el estilo más tradicional toscano de la primera, pasando por los muebles estilo brasería hasta un toque art decó con el frontal dorado de la barra y las lámparas de la coctelería de la cuarta. No te olvides de que estás en un restaurante, no me puedo olvidar de su vajilla de cerámica y diseños variados que se encuentra tanto en mesas como en paredes.

Foto de Big Mamma

Su carta de vinos y cócteles es selecta y sus platos abundantes. Si te digo que sus pizzas, pastas, ensaladas y postres (su tiramisú merece un post aparte) están deliciosos, seguro que no te sorprendo al tratarse de cocina italiana. Quizá llame más tu atención su especialidad en carnes, donde la bistecca a la florentina es la protagonista. Su secreto, su barbacoa de más de tres metros de largo, la madera de cerezo y quebracho con la que se cocina y sus vacas criadas por y para ellos en Francia.

Foto de Big Mamma

Estoy segura de que después de este viaje querrás repetir. Si cada vez que reserves lo haces en una planta diferentes será como haber estado en cuatro restaurantes distintos.


Si quieres llevar a esta gran mamma al corazón de tu hogar te dejamos un listado que te transportará a este punto rosa del distrito IX.

1. Set de 4 servilletas Almazora, nada mejor que un textil de algodón para cuando decidas dejar de chuparte los dedos. 2. Platos llanos Attic, su estilo clásico de aires vintages lo convierte en una pieza atemporal. Crea originales composiciones combinando sus colores. 3. Set cubiertos Calder, un toque chip para servir tu pasta y ensalda. 4. Plato llano de cerámica Karma, sus 28.5 cm de diámetro lo hacen perfectos para las pizzas. 5. Candelabro Simbel 6. Tetera decorativa Breston, estas dos antigüedades te trasladarán a mercadillos de distintos lugares del mundo.

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