El rojo, el verde y el dorado son los colores de la Navidad. Basta con reunirlos para que en nuestra mente se genere esa cálida atmosfera navideña que tanto nos gusta revivir. Este año quiero ensalzar el simbolismo de estos colores y hacerlo llegar a cada rincón de tu hogar. Para ello, no hacen falta grandes cambios ni ostentosos diseños, la sencillez y la autenticidad también pueden engalanar nuestra casa y celebrar con nosotros estos días tan señalados.
La decoración y la gastronomía son quizás los puntos fuertes de la Navidad. Y, lo admito, mi punto fuerte es el diseño y mi debilidad son los dulces navideños… Así que, un año más me dejo llevar por ambos y disfruto de cada momento con mucha naturalidad. Fiel a mi estilo y con la calidad de los materiales de siempre, mi vajilla Indigo en color verde reúne todo lo que necesito para presentar los mejores postres y vivir inolvidables sobremesas.
Turrones, polvorones, mazapanes… Triunfa en tus presentaciones con los mejores platos de cerámica. Apuesta por el tradicional rojo, no te olvides del color verde profundo y completa con pequeños detalles dorados. Tus invitados se contagiarán del ambiente festivo y jovial de tu casa y tú la llenarás de color y estilo.