Cuando pensé en Florencia como la siguiente ciudad a visitar, lo primero que se me pasó por la cabeza es si podía compartir algo realmente especial. Esta ciudad aloja en sus 102 km² la mayor concentración de arte en todas sus manifestaciones. No es necesario, aunque sí recomendable, entrar a ningún museo o galería para quedarse maravillada ante tanta belleza. Caminar pausadamente puede ser un deleite para los sentidos.

Fue precisamente por esto que recomendar en esta ciudad un sitio realmente especial, ¡solamente uno!, era todo un reto. Como te puedes imaginar no voy a darte un listado de must places a visitar, sino que voy a apostarlo todo a una carta: La Ménagère.

Aunque cuente con una oferta gastronómica excelente, La Ménagère, no es un restaurante tradicional, ya que el espacio es a su vez bistrot, coctelería, sala de conciertos, floristería y tienda de decoración. Su difícil clasificación le convierte en un lugar único y con carácter, que no deja a nadie indiferente.

Esta antigua ferretería fundada el año 1896 conserva arquitectónicamente los rasgos esenciales de su construcción: sus columnas, sus arcos, sus paredes de ladrillo,… que desvelan a los visitantes el alma del lugar y sus años de historia.

Sus 1500 m2 se abren al exterior gracias a sus amplios ventanales. Su planta baja se divide en tres naves y cuenta también con un espectacular, a la par que acogedor, patio cubierto que separa el área destinado a la música, de las cocinas.

Aunque su particularidad reside en la mezcla de materiales, decoración y estilos, la fuerza de este espacio reside en la coherencia de su planteamiento que hace que en él reine la armonía y el equilibrio, convirtiéndolo en un lugar sumamente delicado.

Esta inusual combinación hace que convivan comida, bebida, música, flores y objetos de diseño con lo que puedes elegir un arreglo floral para casa tomando un café, leer un libro mientras disfrutas de un cóctel acompañado de una seleccionada tapa, cenar mientras escuchas música en directo,… y así hasta un sinfín de variedades que hacen cada visita irrepetible.

En la zona musical prevalece su elegante piano de cola que corona el lugar, donde la vocación es que este sea punto de reunión y diálogo entre músicos y público, convirtiéndose en un sitio de referencia para los amantes del jazz y la música en vivo.

Su oferta gastronómica, tanto en mesa como en barra, merece unas líneas por su destacada calidad. Su cocina mezcla de tradición y experimentación y sigue los ritmos estacionales para garantizar la frescura de sus ingredientes. El maridaje de texturas, temperaturas y sabores versiona la base culinaria de su cocina popular. Su sabiduría y cuidado en la restauración convierte en top hasta una breve pausa para el almuerzo.

Es difícil, por ello, elegir entre toda su oferta pero si tuviera que seleccionar uno de sus platos me quedo con el atún con calabaza, higos e uvas pasas con reducción de soja. Buon appetito!

Estos son las pistas para hacer de tu casa una mezcla con carácter. ¡Cuidado las visitas no querrán marcharse!

1. Alfombra Aimara, da calidez a tus pasillos o a los pies de tu cama gracias a sus dimensiones. 2. Plato Firenze, haciendo honor a su nombre esta vajilla no podía faltar. Su relieve con la flor de lis dará un toque muy especial a tu mesa. 3. Silla Olga, solo te diré tres cosas: acabado envejecido, asiento tapizado y respaldo de esterilla. 4. Taza Chennai, su efecto granito cuenta historias milenarias labradas en su cerámica. 5. Set 3 cuchillos de queso, sin duda los protagonistas son sus mangos. Con ellos tu tabla de aperitivos se convertirá en el centro de cualquier comida. 6. Cestas de ratán Linda, orden y estilo no están reñidos con este set de almacenaje. 7. Macetero Fuji, su textura porosa y efecto degradado enamoran.

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